Desarrollo
sostenible
Rolando Húbner Marcos Picón
El pasado fin de semana, para ser
más exactos el día 24 de febrero del 2017 se llevó a cabo en Huallanca un Paro General
en contra de las empresas mineras Santa luisa y Antamina ”... por el incumplimiento de muchos convenios
y por la falta de aporte económico por concepto de responsabilidad social “;
decía así uno de los anuncios que circuló
por las calles. El paro fue convocado
por el Alcalde del Distrito, las
asociaciones de base y las comunidades campesinas.

Pero creemos que, para empezar
debemos de poner la casa en orden, como: ¿Cuánto se ha avanzado en ganadería y
en agricultura, en los últimos años?; ¿cuál es el presupuesto anual de la Municipalidad
de Huallanca?; ¿cuándo va haber una reunión para la rendición de cuentas?; ¿cuáles
son las obras que se vienen realizando y cuánto se ha avanzado?; ¿dónde o cómo
se está invirtiendo el dinero proveniente los ingresos propios?; ¿cuál es la
visión a futuro que como pueblo tenemos y hacia dónde vamos?; ¿cuánto es el
ingreso por canon minero, regalías, y demás tributos que como pueblo
percibimos? . O acaso nuestras autoridades son ciegos, sordos y mudos, cuando
se les pida que rindan cuentas. Muchos ciudadanos aún recordamos los
presupuestos fabulosos que como pueblo hemos tenido y hasta hoy no sabemos
dónde han ido a parar.
El desarrollo de nuestro pueblo
va más allá del apoyo filantrópico de las empresas mineras o de la entrega
de dinero; es el compromiso que debe
asumir las empresas, el pueblo y el estado.
Las relaciones entre estos tres
entes del desarrollo deben ser buenas con objetivos en común; pero lo que
encontramos o vemos está enmarcado en
una mutua desconfianza, donde la población no cree en las empresas ni en el
estado, las empresas no creen en el estado ni en el pueblo y viceversa;
generando desconfianza, y la escasez de
credibilidad en las acciones y promesas de cada uno.
El desarrollo sostenible no debe
ser entendido como un anuncio político, o una frase de moda o donación de buena
voluntad de las empresas, sino debemos verlo como una visión de futuro: Qué
vamos hacer, a qué nos vamos a dedicar cuando la minería no esté más en nuestro
pueblo; para eso necesitamos trabajar en proyectos de desarrollo productivo,
que deben ser desarrollados en forma
individual y como en forma grupal, llámese las comunidades campesinas.

Tenemos la responsabilidad de
formular propuestas de desarrollo sostenible para implementar nuestra visión de
pueblo como: creando consenso, no podemos estar divididos o buscando cada uno
sacarle una tajada a la torta, evaluar nuestras potencialidades y debilidades
en base a un estudio de zonificación, ponernos de acuerdo en una visión de desarrollo
que favorezca a todos. El compromiso de la empresa privada en desarrollar este
proyecto trabajando juntos, queremos al buen vecino, no al inquilino, que sólo
se dedica a ayudas filantrópicas, pero para esto necesitamos sobre todo saber
qué queremos como pueblo.