LAS FIESTAS PATRIAS EN HUALLANCA
Omar Llanos Espinoza
La fiesta más importante del año en Huallanca
(Bolognesi-Ancash) son las Fiestas Patrias, que comprende desde el 27 de julio al 01 de agosto; son 6
días de alegría, bullicio, costumbrismo y confraternidad pueblerina.
Las actividades se inician días antes a la fecha
central, con eventos diversos: competencias deportivas, concurso de danzas, hípica,
gastronomía, etc. El mayor responsable de todas las Fiestas Patrias, la Feria
Agropecuaria y la Feria Taurina es la Municipalidad con la participación de instituciones y centros educativos. No hay
capitanes, incas, mayordomos ni caporales; el pueblo hace la fiesta, todos a
una.
El 27 de julio, todo el pueblo está embanderado con la
bicolor nacional, en horas de la tarde llegan las bandas de músicos que
siempre proceden de los pueblos vecinos
de Recuay, Bolognesi, Ocros y Cajatambo. En la noche de víspera es el paseo de antorchas con los escolares, de
luces multicolores; la verbena y serenata a la patria en la plaza de armas que está llena de gente; competencia
de bandas, presentación de artistas folklóricos, baile general con el aliciente del famoso “shinguirito” licor
caliente con aguardiente y hierbas
medicinales; a la medianoche la quema del castillo de fuegos artificiales, cohetes
y bombardas; a seguir bailando hasta las primeras horas del nuevo día.
FERIA AGROPECUARIA-ARTESANAL
La presencia de muchos visitantes y turistas motiva la
demostración del potencial ganadero de Huallanca, como productor de los mejores
quesos de fama nacional. Los días 28, 29 y 30 julio, la municipalidad realiza la Feria Regional Agropecuaria
Artesanal en la explanada de Cañaveral, con la exposición de ganado vacuno y
ovino, procedente de las comunidades, asociaciones campesinas y pequeños propietarios; exhibición de
ejemplares diversas razas y categorías que están sujetos a la calificación del jurado,
con premios a los ganaderos destacados, más la exposición-venta de productos
derivados: leche, queso, mantequilla, yogurt, manjar blanco, carne, lana,
cueros, etc. La feria se
complementa con la exposición de comidas y bebidas típicas, artesanía y
textilería.
PROCESION DE LA VIRGEN DEL CARMEN
El 29 de julio, previo al Encierro Hualanquino y el inicio de las jornadas taurinas, es la procesión especial de la Virgen del
Carmen, Patrona del Pueblo, recorriendo el perímetro de la plaza de armas, a
cargo de la Comunidad Campesina de Chiuruco. Este acto religioso es en recuerdo
que, antiguamente las tierras de la Estancia de Chiuruco fueron de la Virgen
del Carmen, hoy en posesión de la referida comunidad.
LA FERIA TAURINA
La temporada taurina es del 29 de julio al 01 agosto,
son cuatro tardes taurinas; es la feria
TAURINA de La virgen del carmen, en
la Plaza de Toros del Montecaramelo. La fiesta brava se inicia muy de madrugada
cuando los “comisarios” o responsables de presentar los toros tienen que llevar los ejemplares desde las estancias o
querencias. Antiguamente eran los jinetes, sobre caballos briosos, arreaban el
ganado bravo al son de los chicotes, llegando al pueblo de calles empedradas
hasta los chiqueros del coso taurino; todo un espectáculo que ya no se ve, pero
siempre recuerdan con nostalgia. En las
últimas décadas ha ido cambiando ésta buena costumbre de antaño; ahora, gran
parte de los ejemplare que son de casta y media casta, transportando en
camiones para su mejor manejo y cuidado.
ENCIERRO HUALLANQUINO
A iniciativa de los entusiastas vecinos del Barrio
Leoncio Prado, desde el año 2013, se realiza
el Encierro Huallanquino, el 29 de julio en horas de la mañana; cuando sueltan un grupo de toros
de lidia por los jirones Leoncio Prado y Comercio hasta los chiqueros de la
Plaza de Toros; su recorrido motiva la
participación masiva y alegre de la
afición con sus atuendos taurinos se desplazan muy cerca de los astados;
creando situaciones inesperadas ante la reacción de los bravos. La realización
del Encierro es toda una organización del Barrio Leoncio Prado en coordinación
con la Municipalidad, apoyo de instituciones y personas entusiastas; de prever la seguridad y orden del
espectáculo que es parte de la Feria
Taurina.
LA FIESTA DEL PUEBLO
Serán las 2 de la tarde del 29 de julio, en la Plaza
de Toros del Montecarmelo, todo está
previsto para dar inicio a la Feria Taurina, con la presencia de las bandas de
músicos, el ingreso de la comitiva oficial, encabezado por el alcalde y el
subprefecto, más los regidores, jefe de plaza, jefe de toril y laceadores de turno para el manejo del
ganado. El paseíllo de la cuadrilla de toreros profesionales y aficionados con
el personal de brega que saludan al respetable público. Ya la plaza está
repleta de espectadores en las graderías
y palcos familiares, y en el cerro
adyacente. Presentación de chalanes de sombrero y poncho abano sobre caballos de
paso, al compás de la marinera; demuestran sus habilidades para el deleite del
público.
El Jefe de plaza, como presidente de la feria y máxima
autoridad en el ruedo, da la orden al jefe de toril y laceadores, para
presentar los toros de la tarde, de
acuerdo al rol establecido, anuncian el ingreso del ejemplar, según la ficha de
filiación respectiva: nombre del toro, del comisario y propietario, peso y edad
del toro, ganadería o estancia de procedencia.
El Jurado Calificador, instalado en el palco oficial, está listo para evaluar la calidad de cada uno de
los ejemplares; llenando las fichas de puntaje, de acuerdo a lo establecido en
el reglamento taurino que rige para esta
feria; con premios y sanciones
respectivamente. Los premios son a los Comisarios que presentan al mejor toro de cada tarde, y al mejor de toda la temporada.
TOROS Y
TOREROS
Al compás de las bandas de músicos, con pasodobles,
marineras y huaynos, los toreros se turnan para enfrentarse a los bravos ejemplares de casta, semi-casta y los
cuneros; los aplausos del respetable por sus magníficas faenas con el
capote y
muleta, luego ingresan los aficionados que hacen delirar al público por
sus intervenciones temerarias que más de
las veces terminan en las astas del novillo.
En Huallanca hay mucha afición taurina por la crianza
de los toros de lidia y el toreo. En todos los tiempos han destacado muchos huallanquinos como toreros, recordamos a los de antaño:
Victoriano Maguiña, David Martel Calderón, Alejandro Reyes, David Guiño,
Adalberto Espinoza, Idelfonso Martel y Oscar Llanos Reyes. En las décadas del 50 al 70 apreciamos toreros profesionales
procedentes de otras ciudades: Joselillo
Cabrera (Barranca) y Máximo Pizarro (Tarma) que siempre visitaban para
dar cátedra con traje de luces, recordamos
esos capotazos y muletazos, hasta mataban toros sólo por amor al arte.
No podemos olvidar a personajes típicos de antaño,
como “Chimu Zelaya” (Simeón Zelaya Márquez
y “Sapcha Vargas” (Sabino Vargas Anaya), que en sus buenos tiempos, nos
deleitaron con su valentía y arrojo para enfrentarse a los bravos toros, tanto en la plaza como en las
estancias.
En las últimas décadas
hemos visto destacar a César Llanos “Choni” que luego de triunfar en
diferentes cosos en el interior del país
retorna siempre a su querido
Huallanca para demostrar una vez más su
arte y experiencia como matador de toros. En esta misma línea del toreo
huallanquino , aparece como una promesa
la figura joven de Oscar Huaytán Minaya (Oscar Miguel), que viene
demostrando su arte y valía en Huallanca y en diferentes plazas del país. Las generaciones de toreros aficionados se suceden siempre en Huallanca,
en el presente están demostrando sus
habilidades los hermanos Valentín y
Feliciano Gamarra Salas, Rider Vilca Gamarra, Nils Picón Gamarra y Wálter Guiño
Soto. Es digno resaltar la aparición de una nueva generación de toreros
niños y jóvenes con la Escuela Taurina “El Ridrileño” que dirige Rider Vilca con
gran entusiasmo y dedicación; destacando Jhonatan Mendoza como una gran promesa
del torero huallanquino.
Hoy en la Feria Taurina de la Virgen del Carmen, la municipalidad
presenta carteles de toreros profesionales, tanto nacional como internacional,
para realizar faenas completas en acorde a la categoría del coso taurino y la
calidad de los ejemplares.
ESTANCIAS EN COMPETENCIA
En cada tarde presentan 10 a 15 toros que proceden de las diferentes estancias ganaderas, como: Azulmina,
Chiuruco, Ranracancha, Huagrahuayín, Ichicmonte, Ishpaj, Chacuatana,
Yurajcocha, Lachoj, Chuspi, Tanash, Torres, Palmadera, Matash, Santa Cruz,
Shipán, Andachupa, etc. Los comisarios y propietarios se esmeran por presentar
lo mejor; está en juego su prestigio como ciudadano y ganadero. Los mejores
toros son premiados de acuerdo a la calificación del jurado. Está prohibido
presentar vacas, tampoco toros “jugados” anteriormente; la corrida es de toros
de primera capa.
LOS LACEADORES
El manejo del ganado, en el ruedo y en el toril (chiqueros) está a cargo de los
laceadores, hombres curtidos de las diversas comunidades y estancias ganaderas
que cumplen su deber cívico, demostrando sus habilidades para lazar a las
fieras con cabestros y lazos; cada tarde es otro grupo de 10 a 12
integrantes correctamente uniformados.
LA SUERTE HUALLANQUINA
las faenas taurinas son más alegres cuando los
chalanes huallanquinos ingresan a la plaza con buenos caballos de paso,
sombrero de paja y poncho abano, adherentes de primera; listos para recibir al
toro que sale furioso: tres, cuatro capotazos a caballo. ¡Palmas del respetable
público!
LAS ENJALMAS Y
MOÑAS
Algunas buenas costumbres de la fiesta brava se fueron
perdiendo en el tiempo, no podemos olvidar de las “enjalmas y moñas”, cuando
las instituciones sociales y deportivas presentaban unos lienzos de tela llamado “enjalma”, pintados o bordados con imágenes taurinas que ponían
en el lomo del novillo, más la “moña” con adornos de espejos y cintas en la
frente del astado; previo a este acto, había el paseo de los jóvenes entusiasta
portando los objetos artísticos daban la vuelta al ruedo con hurras para la
institución auspiciadora, recibiendo los aplausos del público.
ADMINISTRACIÓN DE LOS TOROS
Todas las tardes taurinas son casi parejas en la
calidad de los toros. Para las cuatro tardes, presentan un promedio de 45 toros
oficiales de acuerdo a un rol establecido, más los ejemplares en calidad de
libres por colaboración de ganaderos o ciudadanos en forma voluntaria.
Los ejemplares son administrados por dos
instituciones: Los toros del “Pueblo” a cargo de la municipalidad, y el otro grupo es del Centro
Juventud Taurino. Los animales están a cargo de los Comisarios, quiénes el año
anterior, recibieron un ejemplar a condición, que el siguiente año entregue
otro toro nuevo de similares características (peso, edad, bravura y tamaño); compromiso
que suscribe el contrato con aval de un fiador o garante, con posibilidades de
renovar dicho convenio hasta que “entregue el toro“ definitivamente. De esta manera conservan la cantidad total de los toros que, a veces incrementan por donación de
ganaderos y ciudadanos entusiastas.
TODOS HACEN LA FIESTA
Las fiestas taurinas en Huallanca tienen ciertas
peculiaridades que se distinguen de otras
celebraciones costumbristas de
pueblos aledaños. La fiesta lo hace el pueblo, no hay mayordomo, capitán ni
inca. Todos a una; es la alegría del
ganadero, del repuntero y del comisario,
cuando sus “crías” demuestran su bravura y “le hacen quedar bien”, comprenden
que es fruto de sus esfuerzos; los
mineros dejan los socavones, por un
momento, para olvidarse de la rutina del trabajo; los comerciante que “hacen su agosto“; los visitantes respiran aire sano y puro bajo
un cielo serrano azulino de sol radiante y de noches “estrelladas”.
Todos pueden torear en forma ordenada, la plaza es
libre, los aficionados se acercan a los novillo para demostrar su valentía,
muchas veces para terminar en sus astas; heridas o cicatrices que son como
eternos escapularios de la Virgen del Carmen; jornadas riesgosas que algunas
veces ponen en peligro sus vidas por
imprudentes y temerarios, pero dicen que
”la fiesta es buena cuando hay sangre en
la arena”.
LOS HELADOS, CAFÉ Y EL QUESO
En los palcos,
graderías y en la falda de los
cerros los espectadores, al compás de las bandas de músicos, premian con
aplausos la destreza de los toreros, comentan la buena calidad de los novillos,
brindan con los familiares, amigos y visitantes.
No podemos olvidar costumbres de antaño que ya se
perdieron en el tiempo, cuando en los palcos
saboreaban los tradicionales helados huallanquinos de leche pura a
fuerza de hielo o nieve natural, elaborados en la heladera especial de
manizuela, más los ricos pasteles, como pan de maíz, suspiros, bollitos para
café, molletes, rosquita, bizcochuelos, etc.
Sigue la fiesta brava, fiesta del pueblo, cuando ya se nota el atardecer
andino y se “agigantan las sombras“ con
su pintoresco paisaje, y sienten el frío
sano y seco; siempre recordando lo pasado, cuando saboreaban el aromático café
huanuqueño con los pasteles y el famoso QUESO DE HUALLANCA, el mejor del Perú.
TURISMO EN
HUALLANCA
Las horas matinales, previas a las corridas de toros,
serán aprovechadas para visitar lugares turísticos como: Los Baños termales de
Azulmina, Represa del puente Arequipa, Chuiruco, Ranracancha, Ishpag, nevado de
Chaupijanca, lagunas de Cochahuayín , Taucán, Contaycocha, Mina Huanzalá, Cañón
de Guagtahuaro, Andachupa, La Unión y
Huánuco el Viejo. En la misma cuidad de Huallanca y alrededores
pueden visitar las iglesias Matriz y de
Carmen Alto, las subestaciones
eléctricas Vizcarra y Nueva Huallanca,
los barrios tradicionales de Santa Rosa , Lima, La Toma, Carmen Alto,
Huaru y Cañaveral, el campo deportivo y granja de Ogopampa, catarata de
Gaganani, cascada y gruta de Sheglla.
Décadas atrás veíamos la entrada de los toros bravos
por las zonas de Chashin y Chinllillín, jinetes valientes frente a las fieras a “chicote limpio” cruzan las calles
en medios del bullicio y la algarabía de los niños y jóvenes; hoy los
ejemplares son trasladados en camiones hacia los chiqueros de la plaza de
toros.
HISTORIA DE
TOROS Y PLAZAS
Según relatos de Eutimio Picón Llanos, las corridas de
toros en Huallanca datan a partir de 1842 en homenaje a la patrona la Virgen del Carmen, en su fiesta principal
el 16 de julio, al terminar de construir su templo, y en la plazuela de Carmen Alto,
el toril improvisaban tras el campanario.
Comenzaron la donación de toros a favor de la Virgen que era
administrada por su respectiva Hermandad; así fue incrementando la cantidad de
ejemplares, al punto de matar los toros para beneficiar y distribuir la carne, de preferencia, a
las clases más modestas.
A fines del
siglo XIX, los cambios y las
convulsiones políticas afectaron a los pueblos desde 1895. En Huallanca los
toros de la Virgen pasaron a la
municipalidad, y las corridas pasan a los últimos días de julio, como
parte de las celebraciones de fiestas patrias y cambiando de lugar a la actual
plaza de armas. Surge la modalidad del “comisario” personaje que al recibir el
toro “se comía” o beneficiaba para
remplazarlo y entregar el próximo año otro ejemplar nuevo bajo un contrato
especial.
La actual plaza de armas, era un simple terral y un
obelisco al centro, fue escenario de las grandes faenas taurinas; en el
perímetro construían, sólo para las fiestas, palcos y barreras familiares, a
base de tablas y palos. En esa plaza destacaron muy buenos toreros y se
exhibieron ejemplares “cuneros” de gran calidad que dieron fama a Huallanca. El terremoto del 31 de mayo de 1970 afectó
una parte de la torre de la iglesia matriz, por éste hecho el Subprefecto de La
Unión quiso prohibir la corrida de toros en Huallanca, por razones de
seguridad; pero la población reaccionó, con sus autoridades a la cabeza, para
exigir que no se interrumpa la fiesta. Al final realizan la fiesta brava, fiel
a sus costumbres, dentro de un ambiente alegre, sin mayores consecuencias, pese
a los fenómenos naturales que afectó el departamento de Ancash.
En 1971, el alcalde Fausto Llanos Rubina, inicia la
construcción de la plaza de armas, con bancas, jardines y pileta al centro. Las
corridas tuvieron que cambiar de escenario y retornar a la antigua plazuela de
Carmen Alto, aunque era muy reducido
para tanto público; allí ubicaron más de 80 palcos familiares.
Para 1977
optaron trasladar las fiestas taurinas
al barrio Lima, terreno de la “Bombonera” (anexo de la Escuela 32226); espacio más grande para la
comodidad el público, con palcos en el perímetro en forma cuadrangular. Pasaban
los años y tenían que pensar en una plaza de toros del pueblo y definitiva.
Fue en 1988, a iniciativa del Centro Juventud Taurino, gestionaron la adquisición del terreno
abandonado de Cañaveral (detrás de la iglesia de Carmen Alto), y luego, por
acción conjunta de sus pobladores y autoridades, tomaron posesión dicho predio que costó mucho trabajo adecuarlo
como coso taurino, pero más pudo la afición,
y desde julio de 1989 las
corridas realizan en Cañaveral, continuando con la tradición de palcos
familiares. En el 2001 inauguran la Plaza de Toros del Montecarmelo, construido
por la Cía. Minera Antamina, a gestión del alcalde de Huallanca, Luís
Barrenechea Martel; escenario moderno con graderías y palcos familiares que,
hoy requiere la ampliación respectiva por la gran afluencia del público visitante y del lugar.
FIESTA
BRAVA EN LAS ESTANCIAS
La afición
taurina es contagiante y hasta se hereda, va más allá de la ciudad. En las
estancias de Huallanca allí nacen y se desarrollan los nuevos ejemplares junto
a las vacas bravas y los sementales. El vaquero y el repuntero, encargados del
cuidaje, son los primeros en probar a los becerros, toretes y vaquillonas,
arreando por ríos y quebradas, al son del chicote y sobre “chuscos” briosos,
llegan al rodeo para la tienta con
ponchos, mantas y capotas. Los nuevos ejemplares pasarán la prueba y están
listos para ir a la plaza de Huallanca y otros pueblos vecinos, ciudades de la
costa, inclusive Lima.
Los campesinos también tienen sus corridas de toros
con motivo de su aniversario o fiesta patronal. En algunas comunidades han
construido su propio ruedo a base piedras y maderos, como en: Chacuatana, Chiuruco,
Hornillos, Santa Cruz, Chuspi, Bramadero, Pariacoto y Huancayog; al son de la banda de músicos, los
espontáneos se enfrentan a los bravos de
las punas. Fiesta del pueblo, fiesta del Perú profundo.
MÁS AFICIÓN
Y NUEVA SANGRE
La afición taurina ha ido extendiéndose, más allá de
la jurisdicción. Los bravos toros de Huallanca se presentan también con la
misma calidad en las ciudades vecinas de La Unión, Llata, Chiquian Huacho,
Cajatambo, Recuay y Huánuco.
En las últimas décadas se viene incrementando
ejemplares de casta procedente de diversas
ganaderías de lidia. Los toros y vaquillonas ya van dando sus frutos en
las diversas estancias ganaderas de Huallanca, iniciando en Ranracancha y ahora en varios predios del ámbito
distrital. Al punto que notamos en la
Feria Taurina de la Virgen del Carmen presentan mayor número de ejemplares de
casta y media casta, aclimatados y nacidos en la zona. Un buen índice que los
ganaderos de Huallanca van invirtiendo
en la crianza de ganado de lidia.
Con el mismo entusiasmo, los huallanquinos residentes
en Lima organizan corridas con motivo del aniversario del pueblo (noviembre), con
el lema “Huallanca en Lima “; hecho que
se repite desde 1987, como una forma del reencuentro provinciano, y demostrar
la calidad del ganado de lidia.
¡VAMOS A HUALLANCA!
Las Fiestas Patrias y la Feria Taurina son los eventos
más importantes en Huallanca, pueblo minero y ganadero enclavado en los límites
entre Ancash y Huánuco; siempre los espera con la hospitalidad que le
caracteriza.
¡Bienvenidos a Huallanca, “Tierra hermosa y rica y generosa”!