miércoles, 10 de julio de 2019

Yo opino:


¿Bendecidos?...

Rolando Húbner Marcos Picón

Huallanca, considerado como el distrito millonario de la provincia Bolognesi, para el Instituto Nacional de Estadística e Informática está considerado como no pobre, ¿estamos realmente bendecidos?, o acaso estamos, como alguien lo dijo: “Somos tan pobres, que lo único que tenemos es dinero”; dinero que no ha mejorado la calidad de vida de la población porque arrastramos hasta hoy altos índices de desnutrición, anemia y mucha gente viviendo en pobreza.
Somos un pueblo con gran potencial y con riqueza extraordinaria, nuestra principal actividad económica es la minería, seguido del comercio, la actividad agropecuaria y el turismo.

El sector agropecuario después de alcanzar su época de oro en el siglo pasado en los años 20 al 70, donde Huallanca se ganó el título de productores del mejor queso de la región y uno de los mejores del país seguramente; hoy pasa por una etapa de recuperación, en forma individual y con el apoyo de la empresa minera.

Sin embargo, nos quedamos estáticos con ese título ganado en el siglo pasado, mientras pueblos vecinos han dado pasos importantes para lograr hoy darle valor agregado a sus productos, como la leche  y ofrecer al mercado, quesos pasteurizados, yogur, manjar blanco, miel de abeja, truchas, la papa nativa, etc.  Con todo este potencial que tenemos es inaceptable tener los altos índices de desnutrición. Es sin duda todavía una tarea pendiente y necesita ser impulsado.

¿Qué nos falta?, ¿capacidad de gestión?, ¿voluntad política?, ¿compromiso?, ¿planeamiento?, ¿honestidad? o acaso estamos esperando que los problemas que tenemos como pueblo se resuelvan milagrosamente, o  que los huallanquinos, que decimos querer tanto a esta tierra le hemos dado la espalda y miramos para otro lado cuando se tratan de problemas,  pero sacamos pecho por Huallanca cuando se trata de visitarle en fiestas.

El pueblo hermoso que nos vio nacer, de las punas frías, donde crece solitario el toro bravo que vendrá a lidiarse en julio, el de los hermosos atardeceres, el del amanecer maravilloso, el de las noches estrelladas donde poniendo como testigo a la luna, los amantes se declaran amor eterno, ha perdido sus valores, esos que nuestros padres con tanto empeño nos enseñaron, el bien querer, la gratitud, el respeto, el obrar bien, compartir, trabajar juntos.

Nos hemos convertido hoy en el pueblo más fragmentado, entonces el camino al desarrollo de nuestra tierra se hace lento y parece inalcanzable la reconciliación entre huallanquinos, porque  cada día, vemos que aparecen nuevos grupos  con  agendas propia; necesitamos que la reconciliación se haga realidad para que los esfuerzos los trabajos que se hacen a favor del pueblo no sean estériles.

Salir a la calle, ver las redes sociales, evidencian nuestra falta de tolerancia, la indiferencia, el divisionismo, son muestras de desapego que nos afectan y nos hace frágiles como sociedad, porque parece que estaríamos en un callejón sin salida, o que el camino para el desarrollo de nuestro pueblo se encuentra tapiado, sin posibilidad de avanzar.

Tenemos que unirnos para recuperar los valores morales que ha caracterizado a nuestro pueblo y reencontrar el camino al desarrollo, somos testigos que pueblos vecinos con menos recursos a crecido más y más rápido, los recursos naturales que el divino ha puesto en nuestra tierra son  tangibles, y para lograr el bienestar hay que trabajar juntos una visión de pueblo.