Mensaje a la juventud
huallanquina
Rolando Húbner Marcos
Picón
Qué gusto tener que hablar de los
jóvenes; juventud divino tesoro, decían muchos; hablar de los jóvenes es tratar
de entender su entorno, su compromiso y responsabilidad con nuestro pueblo, porque
de ellos es el Huallanca de hoy y el del
futuro. La vida nos pone retos; algunos
ganamos, en otros perdemos, pero siempre habrá motivos para celebrar, si
asumimos nuestra responsabilidad y compromiso con nuestra sociedad; la llegada
de un aniversario, la familia, los
sacrificios realizados, los amigos que se hacen presente, los retos superados,
las metas alcanzadas, las tareas encaminadas etc.
Créanme que ustedes son
privilegiados dentro de la sociedad; son privilegiados por su talento y su
esfuerzo, son privilegiados por la mejor razón, por su propio valor, son
privilegiados por haber nacido en esta tierra, son privilegiados por ser parte
de la bonanza económica que le ha tocado vivir a nuestro pueblo; pertenecen a
un mundo globalizado, donde los avances tecnológicos se dan a cada minuto.¡Corran el riesgo de ser exitosos!, corran el
riesgo de vivir sus sueños.
El éxito no es hacer bien o muy bien las cosas y tener el reconocimiento de la sociedad ¡No!, no es una opinión exterior, es un estado interior, es algo que se siente dentro del corazón, es la armonía del alma y sus emociones que necesita del amor, la familia, las amistades, es el amor a esta tierra, es el sentirse más huallanquinos, es el indignarse con actos y hechos que manchan la imagen de un pueblo, cuidada por mucho lustros por nuestros padres, abuelos y quienes los antecedieron a ellos, el compromiso, la responsabilidad social y la integridad.
El éxito no es hacer bien o muy bien las cosas y tener el reconocimiento de la sociedad ¡No!, no es una opinión exterior, es un estado interior, es algo que se siente dentro del corazón, es la armonía del alma y sus emociones que necesita del amor, la familia, las amistades, es el amor a esta tierra, es el sentirse más huallanquinos, es el indignarse con actos y hechos que manchan la imagen de un pueblo, cuidada por mucho lustros por nuestros padres, abuelos y quienes los antecedieron a ellos, el compromiso, la responsabilidad social y la integridad.
El éxito, en mi experiencia, se
logra sirviendo a los demás, siendo útil a la sociedad ¡Sean útiles Ustedes!. El
modelo socio-económico, nos ha hecho más individualistas, estamos olvidando la
esencia de nuestro pueblo, de nuestra gente: del tuma, tuma, el hoy por t,
mañana por mí, el préstame una tacita de azúcar, el llévale este platito de
chicharrón al vecino para que pruebe. Hoy
está prevaleciendo el cuánto tienes, se ha privilegiado el tener sobre
el ser, el consumir sobre el ahorrar, el ganar sobre la solidaridad y el cariño
por nuestra gente y por Huallanca está quedando en el olvido. En la actualidad
este comportamiento nocivo nos está destruyendo como pueblo y más; estamos
destruyendo la hermosa tierra rica y generosa; nos estamos acabando los
recursos naturales al tiempo que contaminamos el aire y los ríos; estamos
desapareciendo nuestros nevados fuente y
sustento de la vida.
Por lo que a todos los jóvenes les deberían
surgir algunas preguntas ¿Cuál es mi responsabilidad?, ¿Qué hacemos para cambiar?, ¿Qué clase de
pueblo y de sociedad queremos? ¿Cómo cambiar de actitud? ¿Qué tengo que hacer?.
Y yo creo que ahí está el reto para los
jóvenes, saber ¿Cuál es su responsabilidad y qué hacer? Hoy diría a los
jóvenes: Tu responsabilidad primera es pensar, analizar, discernir, razonar, de
manera tal que, entiendas tu entorno y el papel que te corresponde para
rescatar los valores del Huallanca de antaño; pasar de la razón a la acción y
hacer las cosas que se deben hacer, como se deben hacer. A eso se llama compromiso
y responsabilidad social.
La vida es un teatro, unos pocos
son los actores y la gran mayoría somos espectadores que juzgamos, criticamos,
y muchas veces aplaudimos a los que viven, mientras algunos muren lentamente
esperando su oportunidad para actuar y se pasan la vida diciendo “es que mi
destino estaba trazado así”. Los jóvenes huallanquinos tienen que ser soñadores
de un pueblo más grande y con oportunidades para todos.
Nuestra sociedad no ha aprendido a trabajar
por el placer de hacerlo, a aprender para poder crecer, a amar simplemente por la dicha de dar amor,
a contemplar la hermosura de un amanecer, de un atardecer o de un anochecer, no
nos hemos detenido a contemplar una lluvia, el sonido de los ríos, ni el trinar
de los pájaros, la sonrisa de un niño, ni tenemos la paciencia para escuchar la
sabiduría de nuestros abuelos; hemos olvidado tantas cosas porque el hombre
ahora para todo espera todavía una recompensa, y el éxito está en ser feliz con
toda estas pequeñas cosas que, seguro con dinero no lo podrás comprar. Los
jóvenes que necesita Huallanca son jóvenes con valores, con una inmensa
responsabilidad social y con mucho cariño por nuestras costumbres, tradiciones,
por nuestra fe, con respeto por ese
pasado glorioso.