domingo, 23 de noviembre de 2014

Yo opino:

 El Huallanca que ya no está
Rolando Húbner Marcos Picón
 Caminé por tus calles tantas veces,  empedradas y en el medio llevaban una acequia por donde circulaba agua cristalina, empedrados hechos por manos de tus hijos con destreza  y mucho amor, tus casas altas con techos de paja, con paredes gruesas de tierra, pintadas de blanco con ventanas de madera y puertas altas, En ellas miraba mi niñez, mi adolescencia, mi juventud, con sueños atados en el misterio que guardas en tus cerros, me encuentro hoy en esas calles y parece que todo se hubiera mudado, no hay calles empedradas, no hay acequia, las casas con techo de paja, paredes anchas blancas y ventanas de madera tampoco están.

1965
Me vi en la plaza de armas donde tantas veces he jugado, corrido y tantas vueltas he dado con amigos que hoy son solo recuerdos, sus nombres permanecen tatuados en mi memoria, caminan conmigo y me pregunto ¿tanto tiempo ha pasado?..
La plaza de mis recuerdos tenía en el centro al amo de las cumbres, el cóndor, llevaba una placa recordatorio de las autoridades de entonces, y en una de sus entradas la estatua del héroe de la bandera Aparicio Pomares; es cierto esta no es la plaza de mis sueños.

Y hoy aquí, parado sin aceptar el paso de los años, porque los recuerdos son claros, miro a uno y otro lado y estos rostros no me dicen nada, ni el saludo amable que caracterizó a mi pueblo ha perdurado en estos años.
1985
Voy a verte, voy a recoger mis pasos, algunas huellas, para reconocerme entre tus árboles, voy a visitar el bosque del amor, para reconocer donde se iniciaron mis ilusiones y mis sueños.

Quiero verte, olerte de cerca,  sentirte, quiero saber si con el olor del eucalipto aún me recuerdas, quiero saber si aún puedo dormirme bajo la sombra de ese arbolito donde grabamos nuestros nombres, nombre del primer amor de la ilusión y la esperanza.

Tus cerros que eran un paso a la aventura de todo niño, también está cercado para que nadie más lo pueda explorar, escalarlo hasta la cima era el reto que todos teníamos luego victoriosos nos sentábamos a  contemplar el panorama de mi Huallanca, para bajar con miles de rasguños pero con una sonrisa de felicidad y victoriosos porque en el disco duro de nuestra memoria aún queda grabado el Huallanca de antaño, ese pueblo hermoso que se fue, se lo llevaron o nunca existió en realidad y solo fue un sueño hermoso de niño, de joven, que hasta hoy recuerdo.

1982
El inmenso campo verde de nuestros sueños, de esperanzas, de triunfos, de derrotas,  donde jugábamos, fulbito, bola, al trompo,(tacas, saca plata), nadábamos en el pozo de agua empozada, cañaveral, campo,  o simplemente cañita donde las  pichanguitas de fulbito  duraban tres a cuatro horas;la piedra grande donde nos sentábamos a contar cuentos fantasiosos inventados por nosotros mismos o para hacer la famosa chancaca tampoco está. Hoy solo una inmensa planicie sin pasto, muerto, un inmenso campo que sirve de cochera, sin alegría, sin risas, duele entones preguntarse ¿será esto el precios que tenemos que pagar por  la modernidad? Y tengo que despedirme diciendo este no es el Huallanca de mis sueños, y donde están los que soñamos lo mismo, amigos compañeros de pichangas, patas, que nos comunicábamos con el lenguaje de los silbidos.
Y yo que soñé que todo iba a perdurar, hoy te traigo Huallanca, mis amores, te saludo porque me quedé sin palabras y lloro al sentir las emociones de mirarme en aquellas tardes de juego y risas no quiero seguir porque lloro, por lo que fue, por los que se fueron a no volver, o por los que se ausentaron sin motivos, lloro por el Huallanca de antaño.  
¡FELIZ 175 ANIVERSARIO.!